Nature Communications.
Demuestran cómo se integran los cien billones de bacterias que forman el microbioma humano con el metabolismo y la salud y la forma en que el microbioma puede ofrecer más vías para el tratamiento de otros trastornos
Un fármaco que parece apuntar a las bacterias intestinales específicas en un modelo experimental puede crear una reacción en cadena que podría conducir a nuevos tratamientos para la obesidad y la diabetes en los seres humanos, según explica un equipo de investigadores en un artículo publicado en Nature Communications.
Los individuos alimentados con una dieta alta en grasa y a los que se les administró tempol, un fármaco antioxidante que puede ayudar a proteger a las personas contra los efectos de la radiación, fueron significativamente menos obesos que los que no recibieron el medicamento.
Los dos hallazgos interesantes son que los sujetos que recibieron tempol no ganaron tanto peso y que tempol, de alguna manera, afectó al microbioma intestinal de estos individuos", explicó Andrew Patterson, profesor asistente de Toxicología Molecular en la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos.
El microbioma es el entorno biológico de microorganismos dentro del cuerpo humano. Los autores del estudio explican que tempol reduce algunos de los miembros de 'Lactobacillus', en el modelo estudiado. Cuando disminuyen los niveles de 'Lactobacillus', aumenta un ácido biliar, el ácido tauro-beta-muricólico. Esto inhibe FXR, el receptor farnesoide X, que regula el metabolismo de los ácidos biliares, las grasas y la glucosa en el organismo, según los investigadores.
El estudio sugiere que la inhibición de FXR en el intestino podría ser un objetivo potencial para medicamentos contra la obesidad", dijo Frank J. González, jefe de metabolismo en el laboratorio del Instituto Nacional del Cáncer estadounidense. Así, los autores consideran que tempol puede ayudar a tratar los síntomas de la diabetes tipo 2, ya que, además de ganar menos peso, los sujetos tratados con una dieta alta en grasas que recibieron tempol tenían niveles más bajos de insulina y glucosa en sangre.
Otros estudios insinúan la relación entre tempol, el microbioma intestinal y la obesidad, pero no se centran en por qué el medicamento parece controlar la ganancia de peso, señaló Patterson. Por ello, los investigadores entienden que "hay un gran interés en cómo el microbioma se puede manipular de una manera terapéutica, subrayó Patterson. Tenemos que mirar a estas técnicas de gestión del microbioma como una buena manera imparcial".
A las tres semanas, tempol demostó una reducción significativa en el aumento de peso incluso después de 16 semanas. Para probar aún más el papel de FXR en la obesidad, los investigadores administraron una dieta alta en grasas al modelo experimental modificado genéticamente para que careciera de FXR. Este grupo era resistente a los efectos de tempol y el ácido tauro-beta-muricólico, que reforzó aún más la importancia de FXR en la mediación del efecto antiobesidad.
González dijo que hay indicios de que FXR desempeña un papel similar en la obesidad humana y la diabetes. Los investigadores deben ahora probar los tratamientos para garantizar su eficacia en los seres humanos, además de comprobar que no existen potenciales efectos secundarios, incluyendo el cáncer.
Al tiempo, esperamos que esto puede llevar a una nueva línea de productos terapéuticos para el tratamiento de la obesidad y la diabetes", agregó.